Pinceladas de Zapatones

Al parecer, público y crítica, puntuaron la actuación de la selección española, el pasado miércoles, con un sobresaliente. La alineación que planteó el marqués, presentaba algunas novedades, como la presencia de Jordi Alba, la definitiva conversión de Ramos en central, o la ausencia de Xavi. Por todo lo demás, el puesto de Casillas es fijo, Busquets y Xabi Alonso cerrando e iniciando jugada deberían serlo, Cesc reparte e Iniesta y Silva dan el último pase… sobre el papel “La Roja” enamora.

Y digo sobre el papel porque, no nos engañemos, el rival fue Venezuela. La Vinotinto de Amorebieta, Arango, Miku o Rondón, es muy diferente a las selecciones europeas que este verano, se enfrentarán en Polonia y Ucrania. Venezuela apenas inquietó a la zaga nacional, y los nuestros estuvieron cómodos durante todo el partido, así España gana. Sin embargo, cuando España se encuentra incómoda en el campo, surgen las dudas. Cuando el juego de toque de la selección no funciona, los nuestros no son capaces de buscar soluciones de otro tipo, surgiendo algunos empates y derrotas, ante rivales, esta vez si, de mayor entidad, como Argentina o Italia. Buen juego, sí, pero ante Venezuela, no lo olvidemos.

Por otro lado, uno de los debates más calientes en las últimas semanas, fue el de la elección de un “9” para el combinado nacional. Torres no está, y al parecer Del Bosque no lo va a esperar. Al jugador que metió el que quizás es el gol más importante de la Selección (sin la Eurocopa, el Mundial sería otro sueño) no le van a permitir vivir de las rentas. No es excusa, ni mucho menos, pero los últimos años de Raúl como el “7 de España” así fueron y en ningún momento se le criticó por su pobre aportación al equipo español. Se habló de Soldado, un delantero, que si bien anotó un hat-trick en el encuentro ante Venezuela, a mi parecer es muy irregular para suplir al “Niño”. Con Negredo pasa tres cuartos de lo mismo que con Soldado. Llorente si debería ir, es hoy por hoy, el único delantero fijo en la Selección… ¿Torres?, ¿Villa?, ¿Adrián?, ¿Soldado?, ¿Negredo?, ¿Michu? … hasta verano todo es posible, esperemos.

En cuanto a la competición continental de este verano, no me encuentro nada confiado. Al mi alrededor, la práctica totalidad de la gente asegura que España va a ganar. Viendo el juego de España en la anterior Eurocopa y el que desplegó en el mundial, surgen en mí las dudas. En Austria, España arrolló a cuantos rivales le salieron al paso. Exceptuando el partido ante Italia, ganado en la tanda de penaltis, el resto de equipos recogieron balones de sus redes. Y, aunque Alemania se llevo sólo un gol, obra del Niño, recuerdo, bien pudieron ser unos cuantos más. Dos años más tarde, y de la mano de Del Bosque, España, pegó un bajón en el juego. Luis Aragonés sentó unas bases, que si bien Vicente no movió, los jugadores no jugaron igual de la mano del marqués. Perdimos ante Suiza y penamos para pasar ante Paraguay. Fue un mundial ganado con más corazón que juego. Superiores a los rivales, pero no tanto como en la Eurocopa.

Holanda y Alemania serán los rivales a batir este verano. Entrenadores que beben de las influencias de la propia Selección y del F.C. Barcelona, junto a plantillas que aúnan a jugadores jóvenes y a estrellas consagradas… Esta Eurocopa será una auténtica batalla por el título.

En definitiva, una Selección, la española, que lo va a tener muy difícil para revalidar el título, pero si juega igual o mejor que ante Venezuela, si aparecen las mejores pinceladas de aquel equipo que construyó Luis Aragonés, el título estará más cerca.

Rubén Toledo Moreno

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