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martes, 6 de marzo de 2012

El Chelsea busca su oasis en medio del desierto

Tras 40 partidos al frente de los ‘blues’, André Villas-Boas se despide del club
que pagó en verano por él cerca de 15 millones de euros. La crisis de resultados
(sólo 9 puntos de los últimos 18 en la Premier), la dura derrota en San Paolo
por 3-1 frente al Nápoles y el pésimo fútbol del equipo han acabado con el
portugués.

Se marcha tras 27 jornadas en liga, con 13 partidos ganados, 7 empates y 7
derrotas. Después de la inversión de Abramovich en él, los números no le han
acompañado y las sensaciones partido tras partido no dan pie a la confianza en
el ex del Oporto. Se marcha dejando al equipo quinto en la Premier, en octavos
de la F.A. Cup (hoy jugará el replay frente al Birmingham) y con pie y
medio fuera de Champions después de la derrota sufrida contra el Nápoles.


Varios nombres vuelan por el banquillo de Stamford Bridge. Uno de ellos es
el madrileño Rafa Benítez, que tras su aventura en Italia con el Inter de Milán,
espera volver a Inglaterra después de más de un año sin entrenar a ningún
equipo. Pero Abramovich no está dispuesto a ofrecer mucho a Benítez, busca
un entrenador hasta final de temporada. Su idea está clara, esperar a Pep
Guardiola o a un ex del Chelsea como Mourinho. Benítez, de momento, dice que
no tiene ninguna oferta encima de la mesa, pero suena muy raro que acepte
una oferta que le tendrá solo unos meses al frente de un barco que va a la
deriva.

De momento, el encargado de dirigir el lío montado por Villas-Boas será su
segundo hasta estos momentos, Roberto Di Matteo. No parece una tarea nada
fácil, los pesos pesados del vestuario no han apoyado en nada al portugués.
Di Matteo tiene mucho trabajo por delante hasta final de temporada para
encaminar un barco que navega sin rumbo y sin un capitán que pueda llevar al
equipo a la tranquilidad.

Finalmente, esta destitución puede beneficiar a un Fernando Torres falto
de confianza y de un juego que se adapte a sus necesidades. El ‘Niño’ debe
demostrar porque se pagaron 60 millones por un jugador que a estas alturas
no entiende de presiones. Campeón del Mundo y de Europa con la selección –
que nadie olvide su gol a Alemania y el golpe de patriotismo de muchos que hoy
critican a un grande- y con una trayectoria que le pone a la altura de los mejores
delanteros del mundo.


Mucho trabajo por delante para Roberto Di Matteo y para Fernando Torres
que debe recuperar su nivel habitual y callar las bocas de los oportunistas que
manchan el fútbol de este país con sus inoportunos comentarios.


2 comentarios:

Pues parece que sí han salido del oasis... momentáneamente.

Veremos a ver lo que duran las cosas...

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