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jueves, 23 de agosto de 2012

Esta Liga es una mierda

Segundas Partes pertenece a un grupo en Facebook que lleva el mismo nombre que este artículo. Nos invitaron hace algún tiempo y por unas cosas u otras nunca hemos participado en él. Pero su nombre nos viene a la cabeza para definir las sensaciones que sentimos los atléticos ante una Liga que no ha hecho más que empezar. Una Liga en la que nos sentimos ninguneados ante la maquinaria que representan el FC Barcelona y la peste blanca. Una Liga en la que parece no tener sentido ser de cualquier equipo que no sean estos dos.

El sentimiento es algo que sobra del fútbol moderno.

Las diferencias entre el FC Barcelona y el mandril siempre han existido, no nos engañemos. Desde que las televisiones de pago entraron a decidir el fútbol español y nuestra liga se convirtió en la Liga de las Estrellas, comenzó al fluir el dinero de manera generosa entre los clubes, pero obviamente, fluyó más entre los equipos que más ganaban. Hoy en día, la crisis económica ha incrementado las diferencias entre el Barça, el mandril, y el resto de los mortales, en un panorama en el que más que equipos de fútbol, son marcas los que juegan los partidos. Es imposible competir con ellos.

Más que equipos son fábricas de dinero. La revista Forbes ha publicado recientemente una lista de los 50 club deportivos más poderosos del mundo. Pues bien, el mandril se ubica en la segunda posición de este ranking, tan solo superado por el Manchester United, mientras que el Barcelona ocupa la octava plaza. Ambos generan una facturación anual de 1.880 y 1.310 millones de dólares respectivamente, procedentes de la publicidad de una auténtica industria del merchandising a nivel mundial. Aquí el fútbol poco tiene que ver, un ejemplo: el Arsenal ocupa la décima posición de esta lista a pesar de que lleva siete años sin ganar un título.

El fútbol ha cambiado profundamente en unos pocos años: nuestros escudos ahora son logotipos que han de ir impresos en los autobuses de China, nuestros estadios ahora son verdaderos museos en los que se apenas se puede levantar la voz, nuestro sentimiento se debe convertir en una estrategia de marketing. Pero si hasta el mandril tiene proyectado un parque temático en los Emiratos Árabes. Eso quieren también nuestros dirigentes para el Atlético de Madrid cuando viajan por todo el mundo buscando acuerdos comerciales y patrocinadores. Pero lo que les funciona a mandril y Barça no se puede trasladar a los demás. ¿Se imaginan ustedes, por ejemplo, vallas de publicidad del Zaragoza por el centro de Tokio? Seguramente en La Romareda no les guste la idea, al revés que en el Bernabéu, donde sacan pecho con la proyección internacional del su mal llamado "club".

La LFP se frota las manos con la idea de que de un deporte pueda salir tantísimo dinero. Ahora mandan las televisiones y en la televisión manda la audiencia y por supuesta, no importa de qué parte del mundo proceda. De ahí los horarios que tenemos que soportar los aficionados, algo inimaginable tan solo hace unos años. El súmmum del despropósito es la idea que el año que viene la Supercopa de España se jugará a China. Tendrá gracia ver, seguramente al mandril y al farsa, jugar en un estadio lleno de chinos, aunque viendo cómo es el ambiente de sus campos quizá no noten la diferencia.

Los grandes decisores del fútbol español lo tienen muy bien planeado, han pensado en todo... menos en los aficionados. Los aficionados de verdad, no los que están en Tokio ni en Pekín. Aficionadores como los que están leyendo estas líneas, que se pelan el culo de frío en el Calderón cada quince días y se dejan los ahorros en ver a su equipo en cada rincón de España y Europa. Pero en nosotros no piensa ni la Liga ni la directiva. La Liga pone los horarios que más interesan a las televisiones sin importar que un partido acabe a la una de madrugada un lunes ni que los niños tengan que ir al colegio al día siguiente. Nuestra directiva acata, por mucho que monten el numerito de ir a la huelga. Rápido se desentienden de nosotros e ignoran nuestras críticas. Parece que, como diría Cerezo, "les tenemos que dar las gracias".

Por mucho que lo intenten, el Atlético de Madrid jamás debería convertirse en una máquina de márketing, en una multinacional. Se lo debemos a nuestro modo de sentir, a nuestra tradición. Siempre nos hemos opuesto a la arrogancia del vecino grande, con ese orgullo que solo tienen los que se saben humildes. Por eso no necesitamos tener hoteles en Qatar ni parches en las camisetas con la cuenta de las Copas de Europa que llevamos. Por eso les hacemos tanto rabiar, porque no entienden que con poquito también se puede vivir. Y se vive mejor que el está empeñado en mirar por encima del hombro a los demás.




2 comentarios:

Qué razón tiene este buen hombre! la verdad es que es lamentable cómo cada vez existe una creciente presencia mediática de estos dos equipos (si es que se les puede llamar así porque a veces parecen sociedades mercantilistas) en detrimento de los demás equipos.

Se está imponinedo este monopolio imperialista madridista que me produce arcadas. No se dan cuenta de que el fútbol es algo más que titulos, en palabras de un gran personaje que conocí hace unos años; el fútbol es como la vida, es una cuestión sociológica, puedes elegir entre ir al Rodilla a por dos sandwiches de queso azul y rúcula o ir al Brillante con los colegas de la peña a comer un bocata de calmares.

OHHHHHH SI!!! YO EL OTRO DIA ME COMI UN BOCADITO DE CALAMARES ALLA
Y ESTABA DE MADRE CHINGONA!!!! SABEIS MUCHO DE FUTBOL Y COMIDA WEI! NO SE CUAL ES ESE EQUIPO DEL QUE HABLAIS PERO ESTOY CON VOS AUPA MADRID PICHA PENDEJO CLARO QUE SI WEI!!! CUAL EQUIPO ES EL MANDRIL?

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