Volvemos a la normalidad, por desgracia

Si han podido ustedes desconectar durante algunas semanas del fútbol gracias al Tour o a las Olimpiadas les damos la enhorabuena. Pero esta semana vuelve la Liga y es hora de rencontrarse con la realidad. La del Atlético de Madrid es algo amarga y pone punto y final a la dulce resaca de la consecución de la Europa League con la que terminamos la pasada temporada.

La lesión de Juanfran: una mala noticia.

Lo cierto es que nuestros últimos veranos no están siendo muy agradables. Los atléticos temblamos cada año ante las noticias del mercado de fichajes, en el que nuestros mejores jugadores son malvendidos y además tenemos que agradecer a nuestra directiva sus gestiones. Si los que nos dirigen nos recuerdan que nuestros jugadores han de ser vendidos a los grande", si nos consideremos una cantera, difícilmente podremos tener una mentalidad ganadora. Distamos mucho del Athletic Club de Bilbao, por ejemplo, cuyo presidente, Josu Urrutia se lamenta de las salidas de Fernando Llorente y Javi Martínez. Enrique Cerezo lanzaba cohetes tras la marcha de Fernando Torres o Kun Agüero. La diferencia debería darnos vergüenza.

También está siendo vergonzosa, a la par que incompresible, nuestra política de fichajes. Al poco de comenzar el verano pero después de que los abonados hubiésemos hecho el pago correspondiente -eso es algo habitual en este Club-, ya se nos comenzó a dar las malas noticias. Sin mucho ruido, Álvaro Domínguez, internacional y pieza fundamental del Atleti de la temporada 2011/12 abandonaba la disciplina rojiblanca para ir al Mönchengladbach alemán. ¿Para nuestros dirigentes ese equipo también es un "grande" al que nuestros jugadores están destinados a relegar? Otra noticia difícil de digerir fue la no consecución del fichaje de Diego, otro cimiento del Atlético campeón de la Supercopa. Un éxito más de la gestión de Caminero.

Pero no vayan ustedes a quejarse, deberíamos darles las gracias como bien dice nuestro presidente. Él jamás entonará el mea culpa ante una errada decisión, como ha sí ha hecho el presidente del Athletic. Parece que nos tendremos que conformar con Cebolla Rodríguez, Emre y Cata Díaz para medirnos con el todopoderoso Chelsea. Con ellos y sin Juanfran, que se ha lesionado la rodilla con la Selección. Es tan buen profesional que, tras jugar cero minutos en la Eurocopa, asegura que jugar con España es lo más grande y me da igual haber vuelto un poco lesionado. Menos mal que aún quedan caballeros en el Glorioso.

El Calderón, al mejor postor.

Nuestra directiva anda a vueltas con la LFP con el tema de los horarios. Recordemos: la primera jornada el domingo a las 23.00 de la noche (nuevo horario que se han inventado las televisiones para dar por culo a los que vamos al campo) y la segunda el lunes, cuando el viernes tenemos que jugar la Supercopa en Mónaco. Cerezo y Gil Marín se erigieron como los grandes defensores del aficionado amante de los horarios decentes, amenazando incluso con la huelga, pero por ahora ni han pasado de las palabras, ni han conseguido que la LFP les haga el más mínimo caso. Llámennos desconfiados, pero perro ladrador poco mordedor, menos aún cuando lo que hay que morder es la mano del que te da de comer.

Pues bueno, esto es lo que se han dedicado en la ribera del Manzanares durante estos escasos tres meses. Solo a esto, porque una empresa se ha encargado de explotar el Vicente Calderón como si de una mina a cielo abierto se tratase por apenas dos millones de euros, tal y como nos recordaron nuestros amigos de Onda Atlética. Conciertos y saraos varios al mejor postor. Pero ya es hora de que sus verdaderos dueños legítimos volvamos a ocupar las butacas y alentemos a nuestro equipo, nuestros colores y nuestra forma de vivir. Eso sí que no está en venta.

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