El Sevilla pegó un puñetazo en la mesa al ganar el pasado domingo en el siempre difícil estadio de Mestalla,
donde se impuso al Valencia al remontar el gran gol inicial de Tino Costa.
Los valencianistas salieron con todo, con su equipo de gala, solo con la baja de Ever Banega, lesionado de gravedad.
Por su parte, Míchel, mantuvo su esquema que le dio resultado ante Osasuna, donde el Sevilla volvió a ganar después de ocho jornadas sin conocer la victoria.
De nuevo pudimos ver el 4-4-2 con la pareja de mediocentros Medel-Rakitic, que parecen volver al nivel de la temporada pasada gracias a la insistencia de Míchel en dar más protagonismo a los centrocampistas.
Además, otra vez vimos a Kanouté de titular, un jugador que siempre que esté en condiciones debe jugar, ya que además de ser un jugador importante en el vestuario sevillista, marca la diferencia ayudando a los centrocampistas a organizar el juego sevillista.
En las bandas jugaron de nuevo Reyes y Navas, que fueron dos puñales por sus bandas, sobre todo el palaciego.
El entrenador sevillista, además alineó al meta Palop, dejando zanjado de esta manera el debate de Javi Varas o Palop.
El partido estuvo muy igualado durante la primera parte, aunque eso sí los chés tuvieron más oportunidades que los sevillistas, que parecen algo más seguros en defensa que en los últimos partidos.
Solo un gran gol de Tino Costa después de una grandísima combinación valencianista decantó la balanza a favor de los locales.
Pero, los visitantes, al ver la inoperancia local para aumentar la ventaja, consiguieron reaccionar gracias a un gran partido de Jesús Navas que realizó una grandísima jugada por la banda derecha para dejarle en bandeja el gol al chileno Medel, que marcó su segundo gol consecutivo.
En la segunda parte, el partido seguía muy igualado, aunque en esta ocasión los sevillistas tuvieron más oportunidades, hasta que Kanouté en el minuto 69 le dio a Jesús Navas un gran balón para que pusiera el 1-2 en el marcador.
A partir de ahí el Valencia intentó conseguir el tanto del empate pero no pudieron perforar la meta defendida por Andrés Palop.
Finalmente, el partido se quedó en el definitivo 1-2, que otorgó al Sevilla los tres puntos.
En este partido, pudimos ver como el Sevilla ha cambiado con la llegada de Míchel, que ha querido darle más protagonismo a la segunda línea, intentando sacar de esta manera el máximo de sus centrocampistas Rakitic, Medel, Trochowski, Reyes y sobre todo Navas, el cual parece haber captado el mensaje del entrenador madrileño, que quiere que el campeón del mundo sea una pieza fundamental en este Sevilla.
Solo con haber mejorado esa línea, el conjunto de Nervión parece que poco a poco va encontrando un patrón de juego, mejorando así en su juego y en la forma de afrontar y leer los partidos, ya que la seguridad defensiva también ha ido en aumento en estos dos últimos partidos debido a la solidaridad defensiva y a la aportación defensiva de los centrocampistas, en especial la del chileno Medel en el pivote defensivo.
Al entrenador madrileño solo le queda una asignatura pendiente, la de recuperar la mejor versión de Negredo, que aunque hace grandes partidos, un delantero sin gol no es un delantero, por lo que al nuevo entrenador sevillista aún le queda trabajo para mejorar a este Sevilla que poco a poco va recuperando la ilusión de principios de temporada.
Ahora, con esta victoria, Míchel tiene que hacer ver a sus jugadores que todavía no han conseguido nada, que el objetivo debe ser no mirar más allá del próximo partido ante el Atlético de Madrid, donde tendrán a una afición entregada que los apoyarán como nunca para poder seguir sumando los tres puntos.
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