Este pasado fin de semana, una amplia representación de
Segundas Partes tomamos rumbo a Zaragoza para acompañar al Glorioso en un
encuentro frente al colista que se antojaba fácil, pero que resultó ser un
esperpento a los que estamos bien acostumbrados en la ribera del Manzanares.
Despertamos súbitamente del dulce sueño en el que nos había
introducido Cholo Simeone para darnos de bruces con la realidad: un Atleti que
no juega a nada y que echa una mano a los últimos clasificados de manera
inexplicable. Está claro que todos podemos tener un tropiezo y que el fútbol
rojiblanco ha mejorado diametralmente desde que llegó el Cholo, pero una sangría
de puntos así no se puede permitir si queremos acceder a puestos más acordes a
nuestra historia y afición.
La afición del Atleti, siempre dando ejemplo de lealtad a los colores. |
El partido del domingo por la mañana (acostumbraos, que está
siendo “la hora del Atleti”) nos devolvió las mismas sensaciones que ya vivimos
con Goyo Manzano: una pérdida de puntos inexplicable que nos puede hacer
llevarnos un gran disgusto a final de temporada, que está a poco más de mes y
medio, por cierto. Por nuestro bien, no se puede volver a repetir.
Además del mal sabor de boca de la derrota y de una resaca
considerable, de la capital del Ebro nos llevamos la constatación sobre cómo de
unida está reaccionando la afición del Real Zaragoza ante los malos tiempos que
les está tocando vivir.
También sentimos cierta envidia, la misma que se experimenta
cada vez que visitamos una ciudad que está entregada a su único equipo. Lo
sentimos en Zaragoza, pero también lo hemos sentido, por ejemplo, en Santander
con el Racing, en Gijón con el Sporting o, especialmente en Bilbao, donde en
las terrazas de muchos bares los servilleteros llevan el escudo del Athletic. ¿Os
imagináis esto aquí?
Ayer el Real Zaragoza nos ganó, pero ha tenido que perder
muchos partidos para caer a la posición en la que está. Me imagino que el
aficionado zaragocista no habrá tenido que soportar los insultos y las mofas de
vecinos ufanos cada vez que han sido derrotados. Cuando, tras un largo viaje
por la A2, llegamos
a Madrid, comentamos “medio en risa, medio en serio”, que somos extranjeros a
pesar de haber nacido aquí.
La repuesta contra la gestión de Agapito está siendo contundente. |
Quizá haya sido tener una ciudad “sin errores” la causa de una
respuesta tan contundente y unánime por parte de la afición del Real Zaragoza. La
plataforma “Salvemos el Zaragoza” ha logrado el apoyo de gran parte de la masa
social y de importantes personalidades zaragocistas en contra de la gestión de
Agapito Iglesias. De hecho, en los aledaños de La Romareda, filmaban un
spot de protesta cuando llegamos, horas antes del comienzo el encuentro. Además,
la ensordecedora y multitudinaria “agapitada” en los minutos 32 de cada parte,
demuestran que los maños no cejan en su empeño por expulsar al presidente.
Pero a pesar de los problemas que tiene el Atlético de Madrid,
una gestión más que discutible, la humillación a la que nos someten los medios
de comunicación, penosas etiquetas como la del “Pupas” y el hecho de compartir
ciudad con el veneno, seguimos estando muy orgullosos de ser del Atlético de
Madrid. Quizá vivir bajo presión constante, siempre señalados y cuestionados, sea
lo que nos ha hecho ser lo que somos hoy, una afición grande y leal. Yo, al
menos, no lo cambiaría por nada.
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